Un sitio para el campo y la actividad financiera

lunes, 30 de enero de 2023

Plan de Negocios y la actividad agropecuaria

En un informe anterior habíamos visto porqué es necesario planificar y cuáles son sus ventajas.


Pues bien, el “Plan de Negocios” no es ni más ni menos que el documento a través del cual se desarrolla y se comunica la planificación de una empresa.


Habitualmente las compañías realizan un plan de negocios cuando deben presentarlo ante terceros (p. ej. entidades financieras), sin embargo, deberían utilizarlo también en el ámbito interno como una herramienta de monitoreo de la marcha de las operaciones comerciales.


El “Plan de Negocios” es un documento formal donde, en forma organizada y coherente, se describen en detalle las acciones futuras que habrán de ejecutarse para que, empleando los recursos disponibles o a obtener, se logren determinados resultados y se establezcan las medidas necesarias que permitan tener un control sobre ellos.


En definitiva, en dicho documento se expresa el proyecto estratégico de la empresa y los lineamientos para ponerlo en práctica.


¿Cuándo se hace?

El “Plan de Negocios” debe realizarse y revisarse periódicamente (p. ej. anual, trienal), y no sólo cuando hay que presentarlos a terceros.


Objetivos del Plan


El plan de negocios es una guía permanente, los objetivos deben ser precisos, las metas cuantificables y las acciones definidas.


Va de suyo que habrá que buscar la eficiencia en el camino para cumplir las metas, esto es determinar la mejor forma de utilizar los recursos en pos de obtener los mejores resultados con las menores inversiones.

 

La “rentabilidad” no es una meta que se alcanza, sino una búsqueda continua que requiere revisar permanentemente los objetivos y estrategias.


Contenido del Plan


Un “Plan de Negocios” debe incluir los siguientes aspectos:

Descripción de la empresa o proyecto

Análisis del mercado

Productos y Servicios

Marketing y comercialización

Operaciones

Gerenciamiento

Organización y Recursos Humanos

Recursos Financieros y uso de los mismos

Rentabilidad


Herramientas del Plan


Las herramientas del plan tienen por objeto expresar en términos monetarios y por un período de tiempo determinado y futuro, el contenido de un “Plan de Negocios”.


Las herramientas necesarias son:

Presupuesto de Ventas

Presupuesto de Costos

Presupuesto de Gastos

Contribución Marginal

Estado de Resultados Proyectado

Flujo de Fondos Proyectado

Punto de Equilibrio


El “Plan de Negocios” y la actividad agropecuaria


Los grandes productores agropecuarios y también muchos medianos productores, ya saben que sin un plan de negocios sus empresas no funcionan.


Pero, resulta difícil que los pequeños y no tan pequeños productores adopten como norma la inclusión de un plan de negocios para su explotación agropecuaria.


Las respuestas son variadas, entre las que se destacan son:


“No necesito un plan de negocios en forma escrita (hoy en día mediante medios digitales) porque el plan lo tengo todo en mi cabeza”.


“Para qué quiero un plan de negocios si luego el clima puede modificarlo todo”


“Toda mi vida fui productor agropecuario y nunca necesité un plan de negocios”.


Mi humilde observación a las mencionadas respuestas:


Afortunadamente nuestro cerebro no es similar a la memoria de una computadora y no guarda información de la misma forma.


Toda empresa necesita disponer de datos lo más precisos posibles a los fines de tomar decisiones más acertadas. Ello requiere de la documentación de la información en forma organizada, coherente y que sea accesible fácil y rápidamente y sólo es posible mediante documentación electrónica.


Con relación al clima, éste de por si genera incertidumbre y precisamente con un plan de negocios lo que queremos es disminuir dicha incertidumbre.


¿Cómo disminuimos la incertidumbre climática?


Estudiando el clima de la/s última/s década/s, observando su tendencia. Analizar si nos conviene asegurar nuestras cosechas contra granizo, heladas y otros eventos climáticos con una compañía de seguros solvente.


A su vez, frente a la volatilidad de los precios de nuestros productos, podemos tomar cobertura en los mercados de futuros, tal como lo describimos en otros informes.


En el caso que se prevea un año “niña”, el plan de negocios nos permitiría saber con mucha antelación cuáles serían los proveedores a los cuales acudir en caso de necesitar alimento para nuestra hacienda o cuáles serían los clientes, en el caso de tener que desprendernos de algunas cabezas, que nos comprarían las mismas a precios convenientes y no esperar hasta último momento para malvenderlas o, si sería conveniente sembrar pasturas que se adapten mejor a las condiciones de sequía, etc.


Es decir, prevemos con el tiempo suficiente los posibles sucesos que podrían acontecer y cuándo éstos ocurran, estaremos mejor preparados para afrontarlos.  


También podríamos analizar la conveniencia de invertir en un equipo de riego, por ejemplo, instalándolo por módulos o buscando la financiación que mejor se adapte a nuestros ingresos.


Aunque lo comentado resulte obvio, muchas veces no se hace porque, por ejemplo, por ser muy optimistas esperamos las salvadoras lluvias. Esto forma parte de nuestra psicología y, en los negocios muchas veces, hay que dejar de lado los sentimientos y regirse por los números. Cumplir un plan y ejecutarlo tal cual lo diseñamos.


Debo reconocer que lo dicho en el párrafo precedente resulta muy fácil escribirlo, pero es sumamente complicado llevarlo a la práctica.


Nunca necesité un plan de negocios


Ante todo, como se suele decir, “nunca digas nunca”.


Luego le diría, sin lugar a dudas, que con un “plan de negocios”, su explotación agropecuaria hubiera sido más rentable de lo que fue.


Obviamente esto es incomprobable, pero créanme que es así.


Además, hoy los negocios son más complejos que décadas pasadas y si el administrador de una empresa no prevé lo que pueda suceder en un futuro cercano -y no tan cercano-, no efectúa un control de las actividades y no tiene información precisa y en tiempo oportuno, seguramente tendrá muchas más dificultades que antaño para alcanzar la rentabilidad de su explotación.


No nos olvidemos que el fin de una empresa con fines de lucro, es no sólo obtener una ganancia por sus actividades, sino que las mismas sean rentables, esto es que los recursos se utilicen en forma eficiente y que la ganancia del período -normalmente anual- esté acorde con el capital aportado a la explotación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario