Una de las planificaciones que todo productor pecuario no debe dejar de realizar es aquella referida a la oferta y demanda de forrajes.
No hay excusa para no hacerla, sólo
requiere conocimientos en producción animal y vegetal que son los que el
productor detenta y sentido común para efectuar los cálculos.
Las planificaciones serán:
A largo plazo (4 ó 5 años): Definida por el productor en
concordancia con el asesor ingeniero agrónomo en donde se van a establecer los
lineamientos de la estructura forrajera, a saber:
·
Características de la explotación (cría,
recría, invernada, terminación)
·
Rotación agrícola-ganadera
·
Pasturas (naturales, implantadas,
anuales, perennes)
·
Reservas (heno, silaje, granos,
pastoreos diferidos)
·
Apotreramiento
A mediano plazo (1 año o más): Definida por el productor y/o
asesor agrónomo en donde se determina la carga animal que soportará el campo,
denominada receptividad.
La receptividad se puede calcular dividiendo la producción anual
promedio esperada de las pasturas por la demanda ganadera anual. Por ejemplo,
un pastizal natural que anualmente produce 5000 kg por ha de materia seca, con
una concentración energética promedio de 1,87 Mcal kg (aproximadamente 52 % de
digestibilidad), equivale a 9350 Mcal por ha de energía metabolizable.
Asumiendo que una vaca de 400 kg que gesta
y cría un ternero hasta los 6 meses de edad con 160 kgs. de peso, tiene un
requerimiento promedio durante el año de 18,54 Mcal por día de energía
metabolizable (es el llamado Equivalente
Vaca), se puede calcular la demanda ganadera anual y la receptividad de las
pasturas mediante cálculos sencillos.
Demanda ganadera anual por EV= 18,54
Mcal por día por EV x 365 días = 6.767 Mcal EM anual.
Receptividad = 9.350 Mcal por ha
÷ 6.767 Mcal por EV = 1,38 EV por ha.
A corto plazo (hasta 1 año): Se define la cadena forrajera, reservas
suplementación, época de servicio, parición, destete, recría, engorde, peso de
faena (a este plan se lo conoce como presupuestación
forrajera).
A muy corto plazo (hasta 3 meses): Tiempo de
ocupación de cada parcela, descanso de los potreros, carga instantánea,
disponibilidad o stock de pasto, niveles máximos y mínimos de materia seca para
entrar y salir de las parcelas, ajuste de la alimentación con suplementación
para obtener raciones diarias balanceadas.
Para estas planificaciones, obviamente, necesitan llevarse
registros sistematizados a los fines de un control permanente porque requiere
efectuar las correcciones pertinentes, analizando las posibles desviaciones
entre las estimaciones y los datos reales.
La falta de previsión
deriva muchas veces (o casi todas las veces) en decisiones apresuradas que
aumentan los costos.
Presupuesto Forrajero Anual
En este informe nos referiremos a
la planificación a corto plazo, la que podríamos llamar presupuesto forrajero
del año.
Debemos entender que los
productores de carne o de leche primero, son productores de pasto y luego productores pecuarios.
El “pasto” es un ser vivo que nace,
crece, se desarrolla y muere y es el alimento más económico que disponemos.
Si entendemos esto, sabremos
porque es prioritario llevar registros del stock de las pasturas y sus
variaciones en cantidad y calidad durante el año.
Debemos conocer la existencia inicial de la biomasa, su tasa de crecimiento diario en materia
seca por unidad de superficie (se emplea la ha.), su tasa de desaparición diaria de materia seca por consumo animal o
por pérdidas por pisoteo o por muerte de las hojas o plantas y la existencia final de la biomasa luego
del paso de los animales.
Para ello, podemos emplear
planillas con datos estimados sobre la oferta y demanda forrajera y sobre las
diferencias que pudiera haber a los fines de cubrir los baches (generalmente en invierno y verano) o hacer reservas en los momentos en los que
la oferta supera a la demanda (primavera).
Asimismo, debemos recorrer los
lotes para ver si efectivamente se cumplieron las estimaciones, en caso
contrario analizar las causas y corregir las planillas en base a la situación
real.
Estos recorridos pueden hacerse
en forma semanal o quincenal, pero siempre durante todo el año y se irán
anotando la disponibilidad de MS aprovechable (aquella que será consumida por
los animales -por arriba de los 3 ó 5 cm.- del suelo aproximadamente para
pasturas de zona templada) por cada lote o por parcela si se emplea pastoreo
rotativo.
No se deben tomar en cuenta
aquellas zonas que están ocupadas por malezas, pastos encañados, etc.
De esta forma, se determina el
stock de “pasto”, su crecimiento y el
consumo de los animales.
Las mediciones tanto de oferta y
demanda forrajera pueden realizarse en kilogramos
de Materia Seca, en Mcal de Energía Metabolizable
o en Equivalente Vaca.
Cuando mencionamos el concepto de receptividad, nos referimos
al término equivalente vaca (E.V.) cuyo gasto de Energía Metabolizable promedio anual era de 18,54 Mcal
EM por día.
Así la ración, se define como la cantidad de alimento que satisface los requerimientos de 1 E.V./día.
Los conceptos de E.V. y de ración están estrechamente
relacionados, siendo su diferencia conceptual, mientras E.V. mide los requerimientos de los animales, ración indica la capacidad del alimento para satisfacer esas
necesidades.
En pasturas de clima templado los requerimientos pueden ser
expresados en energía metabolizable, ya que aquéllas, generalmente, proveen
niveles adecuados de proteínas, minerales y vitaminas.
Para un cálculo más simple
también pueden medirse en kilogramos de materia seca por ha. El porcentaje de
materia seca (materia verde menos el agua que contiene) se obtiene secando la
materia verde por ejemplo en un horno a microondas hasta obtener un peso
constante y posteriormente dividiendo, peso de materia seca sobre peso de materia
verde por 100 para que sea un porcentaje.
Sólo después de efectuar muchas
mediciones de pasturas, el evaluador consigue entrenar la visión para medir a
“ojo” cuántos kilogramos de materia seca aprovechable hay en una parcela, con
una alta precisión, basándose en parámetros tales como altura, densidad y cobertura.
A los kilos de materia seca de
pasturas consumidas, se le irán adicionando otros alimentos a los efectos de
conformar la ración diaria, teniendo en cuenta los requerimientos de energía,
proteína, minerales y vitaminas adecuados para las distintas categorías.
Esto quiere decir que
es técnica y económicamente más inteligente ajustar la suplementación al uso
del pasto y no el uso del pasto a la suplementación.
El presupuesto forrajero anual
pasa de estimado a real a lo largo del año, agregando en las planillas los
datos reales de crecimiento y consumo de las pasturas de acuerdo a las recorridas semanales o
quincenales efectuadas.
¿Cuánto pasto tenemos
en una parcela?
Pautas para medir la disponibilidad de pasto:
·
C Colocamos un marco de ¼ metro cuadrado en un lugar donde la disponibilidad del pasto sea
el promedio de la parcela que queremos medir, cortamos el pasto a nivel del
suelo (para mayor precisión tomar unas 5 ó 10 muestras por cada lote y hacer un
promedio).
·
P Pesamos el material tal cual, y multiplicamos el peso por 4, para pasarlo a lo que
habría en un metro cuadrado.
· El peso que nos da el metro cuadrado lo multiplicamos por 10.000, que son la
cantidad de metros que tiene una hectárea.
·
A Al valor anterior lo multiplicamos por el % de materia seca que estimamos contiene
el pasto, y obtenemos los kilos de materia seca por hectárea.
Como regla general cada
centímetro de altura de la pastura equivale a una cantidad de entre 70 a 100
kgsMS/ha dependiendo si la pastura esta rala o densa, respectivamente.
Tasa de Crecimiento
del Pasto (TC)
La manera más práctica de medir la TC de las pasturas es
utilizando la diferencia de disponibilidad encontrada en aquellos lotes que, entre
una fecha de estimación y otra, no fueron pastoreados ni utilizados para
reserva.
El intervalo entre mediciones variará dependiendo de la época
del año. En momentos donde la TC de las pasturas es alto (primera-verano), la frecuencia de estimaciones deberá también ser
alta, es decir, en intervalos cortos de
una semana. Contrariamente, cuando la TC es baja (otoño-invierno), la frecuencia entre estimaciones podrá ser menor,
es decir, en intervalos largos, de dos semanas ó más.
Tasa de Desaparición
del Pasto (TD)
¿Cuánto están comiendo
los animales?
Medimos la disponibilidad de pasto antes de que entren los
animales a la parcela y luego medimos cuánto dejaron al salir.
La diferencia es lo que
comieron, más las pérdidas por pisoteo, por muerte de plantas, etc.
El número anterior se
multiplica por la superficie que come el rodeo por día.
A este resultado lo
dividimos por la cantidad de animales que tiene el rodeo.
Por ejemplo:
Antes del pastoreo había 2900 kgs MS/ha
Después del pastoreo quedan 1100 kgs MS/ha
(2900 – 1100) x 3 has/día= 5400 kgs MS/día
5400 kgs MS/día / 650
animales= 8,30 kgs MS/cabeza
En base a las
categorías de los animales, a su peso vivo y a su engorde diario o a la
producción de leche (en el caso de tambos) ajustaremos las dietas con una
suplementación.
No debemos olvidar que, si queremos que un animal coma una
determinada cantidad de pasto, en el lote debe existir hasta el doble de dicha
cantidad, de acuerdo al tipo de especie y a la calidad de la misma.
Es decir, si queremos
que cada animal coma 8,30 kgs de pasto por día habrá que ofrecerle 16 kgs por
día aproximadamente.
Si el campo nos da más pasto, tendremos que hacer reservas.
La tasa de desaparición
de pasto será la diferencia en cantidad de pasto entre lo que había antes del
pastoreo o del corte y posteriormente a ello, multiplicada por la cantidad de
hectáreas que están siendo utilizadas diariamente y dividida por la cantidad de
hectáreas del campo dedicadas a pasturas.
Es decir, siguiendo con el ejemplo precedente si consumen
5400 kgs MS/día en 3 has, habrá que dividir 5400 kgs/cantidad de has totales de
pasturas (supongamos 75 ha.), entonces: 5400/75
has=72 kgs MS por día de desaparición de pasto (consumo más pérdidas por
pisoteo, por muerte de plantas, etc.)
El factor que más limita el consumo de pasto en los bovinos
es el tiempo que tienen para pastorear. En el mejor de los casos, con buen
volumen de pasto y buena calidad una vaca de leche, por ejemplo, puede consumir
2 kgMS/hora de pastoreo.
Si suponemos que pueden llegar a 30.000 bocados/día, sería necesario un
mínimo de 0,60 gr/bocado para lograr
18 kg MS/día en una V.O. de 500 kg
produciendo muy bien a pasto.
Esto sólo se logra con 30,5 kgsMS/Vc/día, 2700 kgsMS/ha/disponible
y remanentes de 850 kgsMS/ha (Efecto de distintas ofertas de MS/ha “aprovechable”
sobre el consumo diario de vacas lecheras (LP de C.Grainger, 1988, Australia).
De no darse este caso y si queremos que estas vacas consuman
18 kg MS para una máxima producción, no
tenemos más remedio que suplementarlas.
Disponibilidad General de Pasto (DGP). Importancia
Es muy importante mantener la DGP de un campo dentro de un
rango comprendido por un valor mínimo y un valor máximo dependiendo del tipo de
pastura y la época del año, dentro de los cuales nos tenemos que manejar.
En teoría, una vez que alcanzamos una DGP adecuada, si
logramos equilibrar la Tasa de Crecimiento y la Tasa de Desaparición de las
pasturas, lograremos mantener la DPG estable y habremos alcanzado el objetivo.
Es muy importante marcar que cuanto mayor sea la frecuencia
de lectura del campo, principalmente en momentos de alta tasa de crecimiento
(primavera), será mucho más fácil mantener la DGP y más eficiente será el
manejo del pasto.
Planilla Presupuestación Forrajera
Adjuntamos un modelo de presupuestación forrajera en Excel en
base a una supuesta (no real) oferta y demanda de forrajes en MS/ha/día.
El esquema resulta sencillo y fácil de interpretar.
Luego habrá que complementarlo con una suplementación que contemple
la Energía Metabolizable, las Proteínas y los Minerales; ofrecidos y demandados
por cada categoría animal.
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