En esta ocasión me gustaría referirme a un tema que siempre está presente e involucra a aquellos productores dedicados a la producción de leche y es el precio que reciben por la venta de la leche y los distintos caminos que tienen para aumentar sus ingresos.
Como productores tenemos las
herramientas técnicas para ser más eficientes en la producción de leche,
aplicando conocimientos en genética, nutrición animal, producción de pasturas, sanidad
de nuestros rodeos y en manejo.
Sin embargo, al vender un
commoditie (leche), en un mercado donde hay pocos clientes (llámese usinas
lácteas o industrias) y la producción estar atomizada entre muchos productores
sin la escala suficiente, debemos aceptar las condiciones de venta y de pago que
imponen nuestros compradores.
Cabe aquí señalar las características del bien que
comercializamos.
Decimos que la leche es un commoditie pues, si bien hay
parámetros de calidad, el nivel de diferenciación es muy bajo. Es un bien de
tipo genérico, primario, sin ninguna elaboración, con márgenes de ganancias escasos.
Si desde el punto de vista de la producción hicimos nuestro
trabajo, somos muy eficientes y, aún así no tenemos rentabilidad, una
alternativa que nos queda es trabajar sobre los ingresos por la venta de la
leche.
En este sentido habrá que asociarse a otros productores de la
misma zona para aumentar la escala en la producción y ser relativamente más
fuertes a la hora de negociar el precio con las usinas lácteas.
Hay distintas formas jurídicas para hacerlo, la más común es
formar una cooperativa, pero también hay otras como ser la figura de agrupación
de colaboración.
Esta forma jurídica se encuentra legislada en los artículos
1453 y siguientes del Código Civil y Comercial de la Nación Argentina bajo la
denominación de agrupaciones de colaboración. No constituye una sociedad ni es
sujeto de derecho.
La agrupación como tal, no puede perseguir fines de lucro.
Las ventajas económicas que genere su actividad deben recaer directamente en el
patrimonio de las partes agrupadas o consorciadas. La agrupación no puede
ejercer funciones de dirección sobre la actividad de sus miembros.
Se formaliza mediante un contrato cuyas formas y contenido se
encuentran descriptas en el artículo 1455 del referido Código.
Los objetivos de la agrupación serán la comercialización de la
leche de sus integrantes.
De esta forma, la leche se venderá de manera grupal y todos
los integrantes de la agrupación recibirán el mismo precio.
Sería aconsejable tener la máxima cantidad de clientes
posibles entre usinas lácteas e industrias.
Al tener varios clientes, con diferentes modalidades de pago
se pueden recibir varios pagos al mes, lo que ayuda al manejo de la “caja”. Los
productores tamberos se desligan de la administración de las liquidaciones por
la venta de leche y de su cobro, que los gerencia la agrupación, mediante la
intervención de algunos integrantes de la misma que se “especializan” en dicha
función y logran ser más eficientes -por un mejor conocimiento del mercado- que
si los cobros los manejaran cada tambero en forma individual.
Una herramienta que disponen aquellos productores que no
puedan asociarse y vendan la leche en forma individual, es el uso de la plataforma “Sistema
Integrado de Gestión de Lechería Argentina” donde se intercambia la información
de todos los eslabones de la cadena.
Ingresando a este sistema el productor puede:
- Conocer el precio básico a percibir por kg. de grasa y kg.
de proteína
- Conocer el sistema de tipificación utilizado por la industria para liquidarle su producción
- Consultar los movimientos diarios de leche, los resultados de laboratorio, acceder a su liquidación mensual, exportar planillas, etc.
- Comparar su precio con los de la zona, los provinciales y los nacionales
- Visualizar mensualmente la evolución de los stocks, litros, facturación, sólidos útiles y calidad (UFC y RCS) de su producción
- Acceder a la planilla de comparabilidad para saber cuanto deja de ganar por no alcanzar los parámetros de la leche de referencia, detectar los puntos críticos que hacen que gane o pierda ingresos y comparar los sistemas de pago y tipificación con otras industrias
- Generar el Certificado Oficial, herramienta de garantía para acceder a diferentes formas de financiamiento
Al sistema, el productor puede ingresar a través de AFIP con
Clave Fiscal Nivel 2 y debe adherir el servicio “Autogestión de MAGyP”.
¿Es lo mismo vender
leche que queso?
Muchos productores tamberos que tienen poca o nula
rentabilidad con la venta de leche, en lugar de bajar costos de producción (por
ejemplo, reducir el costo de los alimentos mediante la optimización de las
pasturas produciendo más a pasto y menos a concentrados) o aumentar los
ingresos por la venta de leche mediante la asociación con otros productores, se
deciden por agregar valor en origen y producir quesos.
La elaboración de quesos, si bien tiene sus secretos, es relativamente
sencilla de realizar, por supuesto contando con el financiamiento necesario
para efectuar la inversión requerida.
El error que, a mi
juicio, cometen los productores es creer que vender quesos es lo mismo que
vender leche.
Nada más alejado de la realidad.
Como ya mencionamos la leche es un commoditie y como tal
tiene un precio en el mercado y nosotros podemos vender toda nuestra producción
(más producimos más vendemos) pero al precio que nos paga el mercado.
Con el queso no pasa lo mismo, no es un commoditie, hay
diferenciaciones entre los distintos productos; para vender nuestra producción
necesitamos realizar un esfuerzo de ventas (no hay un mercado que nos compre la
producción a un precio dado, salvo obvio que la vendamos muy por debajo del precio
de mercado asumiendo las pérdidas).
Por tanto, para comercializar quesos tenemos que:
En primer lugar, efectuar un análisis o investigación de
mercados para determinar las necesidades de los consumidores y ahí ver con qué
tipo de producto saldremos a ese mercado (buscar información sobre el
consumidor final), las características de la competencia, las ventajas y
desventajas que tenemos con nuestros competidores.
Luego, una vez definido el producto que demanda el consumidor, analizado a nuestra competencia, debemos saber
cómo llegaremos a esos potenciales
clientes -en marketing se conoce como canales de distribución- (ventas directas
a minoristas almacenes, autoservicios, supermercados grandes, ventas a
mayoristas); cómo será nuestra
estrategia de venta para introducir el producto al mercado (promoción,
publicidad, etc); cuál será el
precio que los consumidores podrían llegar a pagar por nuestro/s potencial/es
producto/s, teniendo en consideración los precios de la competencia; de qué forma posicionaremos al producto
en la mente de los consumidores (atributos importantes del producto que
destacaremos). Todo ello se conoce en la
teoría como las cuatro P del mix del marketing: Producto, Precio, Plaza (o
logística) y Promoción (o impulsión que abarca todas las modalidades de dar a
conocer el producto)
Posteriormente, deberemos desarrollar un estudio económico-financiero
a los fines de verificar la viabilidad del proyecto.
Después de haber analizado lo mencionado en los párrafos
precedentes, si los números nos favorecen, estaremos en condiciones de avanzar
con el proyecto.
Si no efectuamos estos pasos para la comercialización de
quesos, nos encontraremos con demasiados problemas en el camino que nos harán
hacer arrepentir de haber tomado la decisión de vender quesos.
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