Introducción
Podríamos decir que maleza es toda aquella planta que
crece en forma silvestre o espontanea en aquellos suelos destinados por el
hombre a cultivos agrícolas o a pasturas cultivadas para alimentar al ganado o
a otras funciones como ser jardines, campos de golf, etc.
Las
malezas tienen como características importantes la facilidad de dispersión y la
capacidad de invasión ocupando en poco tiempo las superficies destinadas a
cultivos agrícolas, ejerciendo una fuerte competencia por el agua, la luz y los
nutrientes del suelo.
La
semilla es el órgano típico de diseminación de la mayoría de las especies de
plantas. Las adventicias que se reproducen por semillas resultan ser muy
agresivas por la cantidad de semillas que producen. Suelen ser anuales y se
diseminan muy fácil.
Las
semillas están protegidas por una sustancia que forma una capa protectora que
les permite permanecer en letargo durante años hasta que las condiciones
ambientales sean favorables para su desarrollo.
Las malezas
que se propagan por órganos vegetativos son más difíciles de eliminar pues se
trata de especies perennes resistentes a herbicidas selectivos. Pueden
propagarse por rizomas, estolones, yemas subterráneas o tubérculos.
Si
bien la capacidad de propagarse por órganos es inferior a la propagación por
semillas, algunos trabajos culturales pueden provocar el corte de órganos y la
brotación de una nueva planta. Además, si están dadas las condiciones de
temperatura y humedad, pueden brotar en cualquier época del año. La agresividad
de los órganos de propagación es muy superior a la diseminación por semillas
debido a que las reservas de energía almacenadas les permite un crecimiento
vigoroso.
La
diseminación de estas especies es más limitada que las que se reproducen por
semillas debido al mayor tamaño de los órganos y a que la supervivencia de los
propágulos en el suelo es muy inferior al de las semillas.
También
podemos encontrar especies que se pueden multiplicar tanto por semillas como
por sus órganos. Disponer de estos dos modos de reproducción las hace más
difíciles de combatir.
Los bancos
de semillas del suelo (BSS) son definidos como una agregación de semillas no
germinadas. Tienen el potencial de reemplazar a las plantas anuales adultas que
mueren debido a que completan su ciclo de vida o a alguna causa no natural, y a
las plantas perennes, que son susceptibles de morir por enfermedad,
perturbación o consumo de animales.
Estudio del “enemigo” malezas
Uno de los
métodos que se emplean para estudiar los bancos de semillas del suelo es el que
lo hace mediante la emergencia de las plántulas. Esto es analizar la composición de las semillas en el
suelo mediante la identificación de la nacencia de plántulas en un laboratorio
o invernadero. Obviamente en el campo no disponemos de un laboratorio pero si
podemos destinar un lugar ambientado como si fuera un invernadero para que las
semillas de malezas que recogimos de las muestras de nuestros lotes tengan las
condiciones adecuadas para germinar. Este método es fácil de realizar en el
campo.
Estudiar
el banco de semillas del suelo resulta fundamental para establecer las causas entre la aparición de las
diferentes especies de malezas y la influencia que pueden tener las labranzas, las
rotaciones de cultivos, la aplicación de fitosanitarios, la composición
físico-química del suelo, y la de otros factores abióticos y bióticos.
A
diferencia de los estudios para investigación, lo que haremos será tomar las
muestras de suelo pero sin mezclarlas, identificando cada muestra con un sitio
determinado del lote utilizando por ejemplo un GPS.
De esta
manera no sólo sabríamos que tipo de especies de malezas habitan nuestras
parcelas sino también en qué sector se localizan y sería más fácil encontrar
los factores que incidieron en el establecimiento de las malezas en un sector determinado
del lote.
Si lo
hacemos año tras año, podríamos ir disminuyendo paulatinamente el banco de
semillas de malezas de nuestro suelo hasta un límite tolerable.
Época de extracción de muestras
El muestreo deberá ser realizado luego
de la diseminación de las semillas y previo a la germinación de las malezas.
Esto es, en las
zonas templadas, los bancos de semillas de malezas anuales estivales deberían
ser muestreados antes de la primera germinación de primavera y los de especies
anuales invernales deberían ser muestreados antes de la emergencia de las
primeras plántulas en el otoño (marzo).
El muestreo de los bancos
de semillas después de la emergencia de las plántulas tiene escaso valor, tanto
en la teoría como en la práctica.
Herramientas para el muestreo y recorrido del lote
Barreno de
una longitud de 10 cm., separando las muestras de 0 a 5 cm y de 5 a 10 cm o
pala haciendo un pozo en “V”, igual a cuando extraemos muestras para análisis
de suelo.
El primero permite extraer muestras más
homogéneas, de igual volumen y profundidad, con mayor rapidez y causando menor
daño a la superficie del terreno. La mayor dificultad se presenta en suelos muy
secos o compactados.
El lote se
recorre en forma de M o W para cubrir toda su superficie y cada cierta cantidad de metros se toman
muestras, no hay que dejarse llevar por la subjetividad.
Si existen manchones o problemas localizados
que difieran del resto del lote, se deben considerar cada uno individualmente.
Si estas superficies son tan pequeñas que no pueden ser tratadas por separado
en el manejo del suelo, deben ser omitidas en el muestreo.
¿Cuántas muestras de
suelo?
Las semillas de las malezas por lo general no están
distribuidas al azar en los lotes. Si así lo fuera, los muestreos para los
bancos de semillas serían más simples.
Al contrario, los bancos de semillas en los campos
agrícolas casi siempre están agrupados. La dispersión es muy limitada, por
ejemplo, cuando las semillas son dispersadas en franjas en el campo como
resultado del pasaje de las cosechadoras. Esta circunstancia afecta los
resultados del muestreo.
Muchas muestras representativas de suelo de
un banco de semillas para una especie particular podrán no contener semillas,
mientras que unas pocas muestras podrán contener un alto número de semillas. A medida que la densidad de una especie
aumenta, el nivel de agrupación disminuye y la facilidad de obtener muestras
adecuadas se incrementa.
En los estudios para investigaciones la cantidad de
muestras se determina en base a una fórmula que tiene en cuenta distintos
niveles de precisión.
En nuestro caso, como no vamos a hacer un
estudio de investigación para publicarlo en revistas especializadas y sólo
queremos hacerlo para comprobar las especies de malezas que habitan nuestro
suelo y poder actuar sobre ellas, las muestras de suelo serán de unidades razonables,
como ser de 15 a 20 muestras por lote (aproximadamente la misma cantidad de
muestras por lote que cuando hacemos un análisis de suelo)
No debería tomarse ninguna muestra que represente
una superficie mayor de 4 hectáreas.
¿Hasta qué profundidad de suelo es necesario
muestrear?
En términos generales, pocas plántulas tienen
capacidad para emerger si las semillas están enterradas a más de 10 cm. de
profundidad. Por esta razón, las muestras de suelo raramente deben exceder los
10 cm. de profundidad.
El número de semillas que germina proporciona
una estimación de la abundancia de las semillas que son viables y no latentes.
Plan
de muestreo
Previo al muestreo deben preverse diversos
aspectos relacionados al mismo que constituirán el plan de muestreo.
Se definirán el número de muestras a tomar,
su posición en el lote (georreferenciación) y la profundidad a la cual se hará
el muestreo. También se identificarán los elementos y herramientas necesarias
para realizar las tomas de muestras y el tiempo que insumirá realizar el
trabajo.
Germinación
de las semillas
Si tomamos por ejemplo 15 muestras por lote
de 50 hectáreas aproximadamente, de una profundidad de 10 cm., vamos a tener 30
muestras (15 de los primeros 5 cm. del suelo y 15 de los siguientes 5 cm. de
suelo)
Las muestras se colocan en bandejas/macetas individuales
en sitios apropiados donde no se contaminen con otras semillas. La profundidad
del suelo en las bandejas no debería ser mayor de la profundidad en que se
espera normalmente que germinen las especies.
En muestras de suelos arcillosos, para
mejorar el drenaje, se puede forrar el fondo de la bandeja con arena, cubrirlo
con malla de nailon y colocar encima la muestra de suelo a fin de mejorar la
germinación de las semillas latentes pero sin causar contaminación con semillas
indeseables llevadas por el subsuelo no experimental.
En muestras de suelos arenosos se necesita
mejorar la retención de agua, para ello se puede forrar las bandejas con
vermiculita o turba separada del suelo experimental por una malla de nailon.
Cada una de las bandejas/macetas se
identificará con la fecha y la profundidad
de la muestra y la georreferenciación del sitio del lote.
La mayoría de las especies de ciclo estival
germinan durante el primer ciclo, cerca del 10 por ciento en el segundo ciclo y
pocas semillas germinan durante el tercero o cuarto ciclo.
Al cabo de unos días comenzarán a salir las
primeras plántulas de malezas y ahí procederemos a identificarlas y registrar
los datos. Así tendremos un mapa de nuestro lote con los sitios donde se
encuentran las distintas especies de malezas.
Los datos obtenidos deberíamos procesarlos
para extraer información útil a los fines de mejorar la toma de decisiones en lo
referido a la eliminación de las especies de malezas que encontramos y a la
reducción del banco de semillas de nuestros lotes.
Si lo efectuamos año tras año, resulta fundamental
mantener la misma época de muestreo para minimizar los errores de
interpretación que pudieran derivarse de las variaciones climáticas anuales.
Este trabajo, a través de los años, nos
llevará a conocer cómo nace, crece y desarrolla cada una de las especies de
malezas que habitan en nuestro campo y, de esta forma, podremos aplicar las
mejores herramientas para combatirlas.
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