El tablero de comando no es ni más ni menos que un conjunto de indicadores cuyo seguimiento periódico permitirá contar con un mayor conocimiento de la situación de la empresa o sector.
En
efecto, el tablero de comando es un sistema de información cuya característica
básica es organizar y presentar los datos a los directivos de una organización
para el control de la gestión que será monitoreada en forma permanente para la
toma de decisiones.
En lo referido a las “pymes” agropecuarias resulta
aconsejable contar con indicadores que reflejen los procesos productivos, la
eficiencia en el uso de recursos y el comportamiento de los mercados.
Conceptos
que debería abarcar el Tablero de Comando
Productividad
por hectárea
Mide la producción por unidad de superficie, esto es el grado de eficiencia alcanzado, teniendo en cuenta el
costo de oportunidad, los factores de
riesgo y las inclemencias del tiempo.
Se
emplea la unidad hectárea porque entre los factores de la producción, el más
relevante desde el punto de vista económico es el factor tierra y éste se mide
en $ por hectárea.
Debe
analizarse también los factores que condicionaron la producción, como ser:
temperatura, precipitaciones, fecha de siembra, variedad utilizada, pasturas
implantadas, enfermedades en el ganado, genética del rodeo, nutrición, etc.
Gestión
en la compra de insumos
Resulta muy determinante conocer la incidencia de la
compra de insumos en nuestros costos de producción, más aún en nuestro país en
donde los insumos se encuentran dolarizados y los ingresos se reciben en pesos
“devaluados”.
A su vez deberemos saber la relación existente entre los gastos
de fletes por las compras de insumos y el monto de éstas. De esta forma podremos
determinar si nos conviene comprar mediante un “pool de compras” o por una
“cooperativa” o individualmente.
Conservación
del factor de producción “tierra” (suelo)
Para conservar el valor del factor de producción “tierra”
será necesario practicar análisis de suelo periódicos (ver los informes de
aplicación de fertilizantes y de nutrientes extraídos por los cultivos).
Deberemos saber, como mínimo, en cada lote, cuál es el
nivel de los tres nutrientes principales: Nitrógeno, Fósforo y Potasio. También
de Azufre ya que actualmente se está considerando un nutriente importante para los
suelos de nuestro país.
Asimismo, deberemos conocer el porcentaje de materia
orgánica, la textura del suelo y las rotaciones de cultivos y de pasturas que
realizaremos.
Con relación al agua de nuestro campo debemos contar con
un análisis de la misma, para saber la calidad de agua que beberán nuestros
animales y que servirá a su vez para aplicar agroquímicos y realizar los
riegos, en el supuesto de poseer equipo de riego.
Caracterización
del Clima donde se localiza el establecimiento
Como mínimo debemos llevar un registro de las
precipitaciones, de la temperatura, del período libre de heladas.
Contrataremos los seguros necesarios para cubrir nuestra
producción de las variables del tiempo.
Gestión
de la logística
En este punto debemos tener presente la incidencia de los fletes y de los demás gastos de comercialización sobre nuestras ventas y la capacidad de almacenamiento de nuestra producción -en el caso de producción de cultivos- o de conservación de forrajes y/o de retención de hacienda - en el caso de producción ganadera-.
Gestión
de Ventas
Resulta necesario tener a mano las ventas del último año,
del año precedente y del promedio de los últimos 3 años, todas a valores
constantes -valores de idéntico poder adquisitivo-, de cada producto vendido;
así como el precio neto de la última venta, del promedio del mes y del último
año a valores constantes, de cada producto vendido y el margen de contribución
por tipo de producto.
Por otro lado, debemos tener presente la calidad de los
productos comercializados, sean cultivos extensivos, intensivos o animales
bovinos, porcinos, ovinos, etc. y conocer perfectamente el comportamiento de
los respectivos mercados.
Gestión
Financiera
El productor -empresario- agropecuario deberá saber en
forma rápida y certera cuál es el punto de equilibrio de su empresa (nivel de
ingresos que permite cubrir los costos fijos y variables y por tanto no existen
pérdidas ni ganancias), tanto en unidades como en pesos; cuál es la
rentabilidad anual obtenida, cómo inciden los resultados financieros en el
resultado total, cuál es el costo financiero por financiarse con bancos o con
proveedores o con cualquier otro medio de financiación (p. ej. leasing).
Por otra parte, deberá conocer si le conviene realizar
las labores con maquinaria propia o contratar a terceros, cómo se financia el
capital de explotación fijo o de inversión (con capital propio o con
endeudamiento), cómo se financia el capital de explotación circulante o de
trabajo, etc., es decir, todo aquello que sea útil para determinar la salud
financiera de su empresa.
En general, los indicadores financieros
están basados en la contabilidad de la compañía, y muestran el pasado de la
misma.
Es por ello que debe existir un presupuesto
que se realice anualmente y se ajuste cada tres meses, presentando estados
financieros proyectados con un margen de error aceptable de entre el 5% al 10%.
Características
del Tablero de Comando
Debe
ser una herramienta de diagnóstico que facilite la toma de decisiones,
analizando las desviaciones y sus causas.
Se
trata de especificar lo que no funciona correctamente en la empresa.
Es
conveniente mostrar en primer lugar
aquello que no se ajusta a los límites absolutos fijados por la empresa y, en
segundo lugar, advertir de aquellos otros elementos que se mueven en niveles de
tolerancia de cierto riesgo.
Uso del
tablero
Seguir
los indicadores del tablero en forma
periódica y sistemática, con niveles de alarma (denominados semáforos) ante
desvíos, nos permitirá estar razonablemente seguros de que no aparecerán
sorpresas desagradables en la gestión productiva, económica y/o financiera de
la empresa.
Es
decir, el tablero de comando se emplea para analizar la gestión en las
organizaciones.
El
uso del tablero puede estar limitado a los involucrados en la gestión o puede
ser compartido por toda la organización. Aquí entra en juego la
confidencialidad de los datos.
Organización del Tablero
Así
como el exceso de información es nocivo, también lo es la falta de ella. Es
conveniente lograr un punto de equilibrio al diseñar el sistema de información
para la toma de decisiones. Los informes para tomar decisiones deben contener
los datos más relevantes para satisfacer las potenciales dudas del nivel de
dirección y se deben brindar en tiempo oportuno.
La
información suministrada no solo debe referirse a las situaciones pasadas - los
datos históricos - sino también la situación presente y las tendencias. Debe
poder ser comprendida y analizada para su discusión en las reuniones entre
superiores, subordinados y pares.
Sólo
se debe presentar la información relacionada con áreas claves, es decir
aquellos sectores o situaciones que es relevante monitorear porque pueden
afectar la continuidad o el progreso de la empresa o sector.
Características
de los “indicadores”
Pueden
estar expresados en valores absolutos o en términos de porcentajes. Pueden ser
datos, índices o ratios.
Deben
abarcar un período: día, semana, mes, acumulado, proyectado.
Deben
actualizarse en forma diaria o semanal o mensual o trimestral.
Debe
definirse un parámetro de referencia sobre el cual calcular los desvíos. Puede
ser un estándar o la definición de una meta, el mes anterior, el presupuesto
inicial.
Debe
establecerse un indicador de alarma. Es decir, valores por encima o por debajo
de los cuales el indicador es preocupante.
La
representación gráfica de los indicadores resulta de mucha ayuda para lograr una
rápida interpretación del mismo.
Debe
analizarse el significado de los indicadores obtenidos para efectuar el
diagnóstico y tomar las decisiones correctas.
No
sólo deben emplearse indicadores numéricos sino también indicadores que midan
la calidad de los procesos, la satisfacción de los clientes y de los empleados,
vinculando todas esas mediciones en una cadena de relaciones de causa-efecto.
Cada organización debe desarrollar su
propio modelo y aplicar el concepto de Tablero de Comando a sus propias
necesidades. Debe ser un instrumento para simplificar y mejorar la
planificación priorizando lo que verdaderamente es importante para la
organización.
No obstante, en un próximo informe les mostraré, a modo ilustrativo, los
indicadores que no deberían faltar en un Tablero de Comando de una empresa
agropecuaria.
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